Se que para el lector muchas de las cosas que leeran a continuación, pueden resultarles molestas o desagradables, mi intención no es abrumarlo con mis experiencias personales o mis reflexiones banales, sino más bien, compartir con el mundo mis reflexiones, tal vez para su provecho o tal vez para alimentar el colectivo reflexivo del mundo, e incluso para que ya no nos sintamos tan solo.
Hace bastante tiempo que no escribo para nada, si alguna ves tuve alguna tipo de práctica, ya desapareció. En mi antigua vida, solía escribir al menos una reflexión por semana, hoy ya no se si volveré a poder escribir; en busca de mi felicidad le erré al camino, y aunque no voy a negar que paso por momentos muy felices, los amargos son lo que mas me envuelven, es que el choque de culturas y creencias fue tan agresivo, que la trasformación es inevitable.
Muchas veces quise ganarle pero no puede, es que su convicción es tan fuerte que no se permite perder ni una batalla.
Hoy quien ocupa mi vida casi plenamente, es una mujer, Es el amor de mi vida, de muchas maneras, si; pero a su vez es la persona que más me hace sufrir, no se por que lo hace, no lo comprendo, me gustaría saberlo, muchas cosas que ella posee son cualidades que yo siempre desee en la persona que me ame, pero muchas otras no. Antes creía que dios era una fuente que todo lo proveía, por lo tanto el me otorgo la mujer de mis deseos, pero hoy ya no creo en eso, creía que yo deseaba y el rellenaba los huecos como fuera y bueno de ahí un resultado no tan esperado, pero hoy creo y acepto a Jesucristo en mi corazón, por lo tanto ya no puedo creer en una fuente que no tiene sentido del bien y del mal, sino que creo en un padre justo, que todo lo hace con sabiduría, y que no hay sabiduría de hombre que supere a dios, por lo tanto, el en su sabiduría y su misericordia, me dio la oportunidad de amarla tal cual es y en el proceso poder ser y convertirme tal cual fue Cristo.
Atrás quedaron los viejos tiempos donde la metafísica, el secreto y el poder de la intención, junto con la fuente eran mi mayor convicción. Pero seguramente tanto tiempo cultivando ese pensamiento en mi genero huellas, huellas que aun hoy me cuesta borrar. Todo ese proceso de creación de mi pensamiento servia para tapar mis instintos más bajos. Es triste admitir que aunque hoy tengo a Cristo en mi corazón, no puedo ser como él, no puedo dominar mi bestialidad, los instintos más bajos de la carne como lo hacia cuando no lo tenía, se que la culpa siempre es mía de no poder controlar lo que digo y pienso, pura y absoluta responsabilidad mía, pero creo que este cambio de pensamiento es de los que más me a costado hasta el momento.
La palabra dice, lo que no es conmigo es en contra mía, por lo que debo asumir que todo lo que yo pregonaba era en contra de Dios, pero también dice que al tibio lo vomitare, y es que a veces me siento así, muchas veces me a costado arrodillarme ante dios para orar, aun sabiendo, que el que se humilla será enaltecido, pero no es por que no lo pueda hacer, es que nunca me doy el tiempo para hacerlo. ¿por que será que tenemos esa maldita costumbre de no podernos dar un tiempo para estar en comunión con dios? ¿Por que será tan natural que no nos acordamos de el hasta que es demasiado tarde? Yo se como siempre que no se nada, que ni aun me pasara toda una vida de reflexiones podría llegar a comprender que es lo que hace dios, pero si puedo entender que por algo lo hace; se que suena un poco vaga ese descripción, pero es tan complejo su plan que no hay más remedio.
Siempre intente justificar mis debilidades culpando a los demás, pero se que en mi reside la mayor parte de la culpa, no puedo lograr contener mis impulsos carnales, desde la ira hasta la lujuria e incluso la culpa, ni hablar de la frustración; cuando las cosas no salen como quiero, cuando las personas no pueden comprender mis explicaciones, o aun comprendiéndolas, insisten en seguir discutiendo me frustro de tal manera que todo mi ser quiere renunciar a continuar, y cuando estoy tranquilo noto que no soy la persona que deseo, que aunque yo este contenido gran parte del tiempo, es notorio, que aun me domina la carne y es a esta la que aborrezco. Aborrezco el ser que soy y me parece muy injusto ser así, solo cuando escribo estos pensamientos es que me puedo dar cuenta lo frágil que puede ser nuestra espiritualidad, solo cuando soy consciente de lo débil que podemos ser ante la carne y gracias a esto comprendo lo maravilloso que fue Jesús. pueden decir lo que quieran, pueden argumentar que no existió, que el Jesús de la biblia es un plagio de muchos otros Cristos a lo largo de la historia, he escuchado miles de argumentaciones en contra, pero aun suponiendo todo esto como cierto, el relato de la biblia habla de un ser, vino a este mundo a enseñarnos a encontrar el camino para dejar de ser animales, y que aun sabiendo su padre que todos merecían una condenación eterna en el mas horrible de los castigos en el infiernos, el entrego a su hijo en sacrificio, el derramo la sangre de su hijo, el satisfizo su sed de justicia en su persona para el perdón de toda la humanidad, del pasado del presente y del futuro, y aunque algunos les cueste creerlo, ese es un regalo maravillosos departe de dios. El es justo por que nos justifico con la sangre de su hijo, suena raro, pero aunque se creyera que eso es todo una fabula, su pensamiento, sus leyes aun siguen vigentes y son validas para la buena moral y las costumbres, si tan solo escucháramos la parte que el predicaba la no violencia, el sometimiento al otro, el servicio continuo a nuestro semejante, la corrupción, el capitalismo, y no se cuantas otras doctrinas que generan desigualdad no existirían.
Más halla de la opinión personal que cada cual tengo sobre la imagen de Jesús, se que el es el mejor ejemplo a seguir, ¿por que lo se? Por que todos los placeres de la carne generan perdición, o no has notado que cada vez que satisfaces una parte de tus deseos carnales te sientes espectacular, pero inmediatamente después de que dejas de hacerlo tu cuerpo se empieza angustiar por que quiere más, y cada vez que le das más, se satisface menos y te adentras en un circulo vicioso donde al final te siente completamente vacío. Si el satisfacer los deseos de la carne en realidad a la larga nos lleva a la completa infelicidad, a la insatisfacción absoluta, a la perdición. Por eso aborrezco a mi carne, mi cuerpo, mi ser, y por causa de este a la sociedad superficial, que hace tanta idolatría a la imagen falsa de belleza humana.